sábado, 9 de junio de 2018

EL VERDADERO DÍA DE REPOSO.

El verdadero Día de Reposo


La forma en que el domingo, primer día de la semana, llegó a ser adoptado por muchos cristianos como día de reposo tiene su explicación en la historia pero no en la Biblia. No existe un solo versículo en la Biblia que autorice la observancia del domingo como día de reposo tal y como se hace con el sábado.

Si la Biblia hace claro que el sábado es el día de reposo autorizado por Dios, ¿a qué se debe que la gran mayoría de los cristianos de hoy guarden el domingo como día del Señor? Según el libro de los Hechos (del Nuevo Testamento), este cambio no se efectuó en la iglesia de Jerusalén, la iglesia apostólica, que en ese libro se denomina como El Camino (Hechos 9:2; 19:9,23; 22:4; 24:14,22). La iglesia del camino fue muy celosa de la ley y los profetas (Hechos 24:14). Según Samuele Bacchiocchi en su tesis doctoral, publicada con el imprimátur de la imprenta de la Universidad pontificia Gregoriana en Roma: "Los historiadores Eusebio y Epifanio confirman que en los tiempos de Adriano (135 D.C.), la iglesia de Jerusalén estaba compuesta y administrada por judeo-cristianos, descritos como celosos defensores de la observancia literal de la ley" (Reposo Divino, pág. 218)

Fue la iglesia de Roma la que rompió sus lazos con el judaísmo e introdujo nuevas festividades religiosas; entre ellas el domingo. Según Bachiochi, la iglesia de Roma estaba compuesta principalmente de miembros de origen pagano (IBID, pág. 219). Por tal razón el apóstol Pablo lo llama gentiles (Romanos 11:13). Joachim Jeremías considera la tendencia a romper con el judaísmo como la razón principal que llevó a la iglesia de Roma a trasladar la ceremonia de la pascua judía al domingo siguiente (Ibid, pág. 223). Debido a las constantes persecuciones del imperio romano contra los judíos, muchos cristianos, por temor, abandonaron la práctica de la observancia del sábado y adoptaron el domingo. Temían ser confundidos con judíos y por ende ser perseguidos. Este temor a ser perseguidos, más la entrada a la iglesia de Roma de paganos adoradores del sol, facilitó el cambio de día ya para el segundo siglo de la era cristiana. La adopción del domingo como día de reposo no tiene apoyo apostólico, y sí en la iglesia de Roma ya tan temprano como en el segundo siglo de nuestra era.

El domingo es una institución de la iglesia de Roma. El catecismo del Concilio de Trento (año 1566, pág. 346) dice: "Ha parecido bien a la iglesia de Dios que la celebración religiosa del sábado fuese transferida al día del Señor." Martín Lutero declaró: "Ellos (los católicos) alegan que el sábado ha sido cambiado por el domingo, aparentemente en contra del decálogo... y dicen, ¡grande es el poder de la iglesia, puesto que ha anulado uno de los diez mandamientos!" (Reposo Divino, pág. 211). Otros, para justificar el cambio de día apelan al argumento de que lo hacen para conmemorar la resurrección de Cristo. Tal celebración no se autoriza por un sólo versículo del Nuevo Testamento. La forma correcta de conmemorar la resurrección de Cristo es mediante el bautismo, el nuevo nacimiento y el andar en novedad de vida (Romanos 6:3-5). El bautismo y nuevo nacimiento son una semejanza de la resurrección del Señor (Romanos 6:5).

La observancia del sábado bajo ningún pretexto debe ir por encima del evangelio. El evangelio fue rechazado por los judíos del tiempo del Nuevo Testamento y los tales se conformaron con la obediencia externa a la letra de la ley. Esto es justificación por las obras de la ley, lo cual el Nuevo Testamento no patrocina. Pablo nunca habla mal de la ley o del sábado en sus epístolas, sino de aquellos que ha convertido la observancia de la ley en otro evangelio. Guardemos el sábado, no para alcanzar la salvación, sino como fruto de la acción del Espíritu Santo en nuestra vida, que nos lleva a la obediencia de los preceptos divinos, y obediencia no es legalismo.

El hecho de justificar la observancia del domingo en base al mandamiento sabático como hacen los observadores del domingo, levanta importantísimas preguntas de índole teológica: ¿cómo es posible sostener que el sábado fue cumplido y abolido en Jesús, y al mismo tiempo enseñar la observancia del domingo como día de reposo, apelando al cuarto mandamiento? Muchos justifican ese cambio diciendo que lo hacen para conmemorar la resurrección de Jesús, pero ya se ha demostrado cuan pobre es ese argumento. No existe un sólo versículo en el Nuevo Testamento que autorice la observancia del domingo. Se han demostrado las razones por las cuales ese día llegó a suplantar al sábado como día de reposo y se ha establecido en este estudio, por la Palabra, que el sábado es el verdadero día de reposo del pueblo de Dios.

El cesar de obrar en sábado representa la experiencia de haber sido salvados por la gracia de Dios. Es una expresión de renunciación a los intentos humanos para obrar la salvación a través de las obras, y un reconocimiento de Dios como creador, autor y consumador de nuestra salvación. El sábado nos recuerda cada semana, que debemos descansar en ese hecho, además de brindarnos un descanso físico que nuestro cuerpo y mente necesitan. El sábado nos enseña a quitar la vista de nuestras obras imperfectas y a fijarla en la obra perfecta de Cristo.

Cristo provee el ejemplo máximo de cómo guardar el sábado. El usó ese día para escuchar y para proclamar la Palabra de Dios. El intensificó en el sábado su ministerio de redención a favor de las necesidades físicas y espirituales del hombre. El sábado simboliza la presencia de Dios con el hombre. Dios estará presente con el hombre redimido por siempre. En ese sentido tenemos un sábado interminable, aunque nos reuniremos de sábado en sábado para adorar a nuestro Dios en la tierra nueva (Isaías 66:22,23).


El dijo: "Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). Luego que aceptes el reposo que Cristo te ofrece (un cesar de obrar para tu salvación), acepta también el reposo semanal del sábado, como señal de lealtad a él. 

Dra. Ayari Galvicius
Gracias por ver el Blog.
¡Que el Señor te Bendiga!



Éxodo 31 13



Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: De cierto vosotros guardaréis mis días de reposo, porque es señal entre yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.




                                                           

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