(Isaías 6:10; Jeremías 5:21; Juan 9:39-41).
En ese sentido, una persona que tiene fe en Diosllega a verlo “con los ojos de su corazón”, es decir, llega a comprender cómo es él y a valorar sus cualidades.
(Efesios 1:18).
Usted también puede tener esa clase de fe.
Las Escrituras dicen de él:
“Si tú lo buscas, él se dejará hallar de ti”
(1 Crónicas 28:9; Salmo 119:2; Juan 17:3).
Cuando podamos sentarnos a hablar todos juntos, sin exclusión alguna, como Jesús se sentó con niños, adultos, y otros a quienes en aquel tiempo algunos consideraron pecadores o despreciaban por sus enfermedades. Seremos Realmente hermanos.
«Es la persona humana a la que hay que salvar, y es la sociedad humana a la que hay que renovar»
No me salvo «del» mundo alejándome de las personas, sino que me salvo «en» el mundo. Pero tengo que dejar de ver al otro con odio y desprecio, y asumirlo como hermano. La salvación es un acontecimiento de humanización integral, porque «el que sigue a Cristo, hombre perfecto, se hace a sí mismo más humano»
Recordemos que «el amor a Dios no puede separarse del amor al prójimo» «porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto».
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